El restaurante seguirá especializado en ternasco, aunque añadirá nuevos cortes y pescados, en plena carretera de Logroño de Zaragoza
La noticia saltaba el pasado mes de marzo. El restaurante Casa Royo de la ciudad de Zaragoza, en la carretera de Logroño, cerraba sus puertas para siempre. Los vecinos de Venta del Olivar y de muchos barrios y localidades del oeste de la ciudad no salían de su asombro.
Félix, que llevaba trabajando cuatro décadas en el negocio, decidía cerrar y publicaba en redes sociales un gran post de agradecimiento tanto a la «clientela fiel» como a sus trabajadores. Durante todo ese tiempo, el dueño y su equipo luchó contra una expropiación y una devastadora crisis sanitaria en 2020 que «arrasó» a la hostelería.
El cartel de «cerrado por jubilación» colgaba en la entrada a las instalaciones, las cuales son muy visibles por los miles de conductores que circulan por la N232, los que trabajan en la industria cercana o por los usuarios de la línea 603 (Casetero). Situado en la rotonda junto al concesionario de Ford y el colegio Condes de Aragón se podría considerar como un auténtico referente de la gastronomía, siendo uno de los restaurantes de «toda la vida» junto al Asador Los Cántaros.
Sin embargo, ahora la sorpresa (positiva) es otra: el restaurante reabrirá sus puertas gracias al grupo local Gustum, quien gestionará el establecimiento (como otros 22 en toda España) «añadiendo nuevos cortes y pescados», pero «sin perder la esencia», y se llamará «Antiguo Casa Royo«.
Así es la carta del reabierto restaurante «Antiguo Casa Royo» de Zaragoza, que inicia una nueva andadura gracias al grupo Gustum
Así, con la reapertura, muchos de los trabajadores de los polígonos industriales y localidades o barrios como Utebo, Alagón, Casetas, Monzalbarba o Garrapinillos, y en general toda la ciudad, tendrán una oferta más de un restaurante español en el eje de la carretera de Logroño, que es el que más movimiento de empleados y habitantes aglutina en el área metropolitana de la ciudad.
La brasa seguirá siendo su especialidad con el Ternasco de Aragón como el gran protagonista, pero también platos como el chuletón o el conejo serán los protagonistas. Todo, como antiguamente, acompañado de vinos de la tierra.
En la carta destacan las ensaladas (mixta, ilustrada o de rulo de cabra) para varias personas con precios que oscilan entre los 4,80 y los 13,50 euros. También la «sorpresa de jamón» para tres comensales y en la ensalada de tomate rosa con ventresca por 16,50 euros (acompañada en este último caso de cebolla y oliva negra con AOVE).
Además, entre los entrantes destacan las madejas (3,5 euros la unidad), la morcilla por 4 euros, madejas (3,5 €), las patatas bravas o las migas del pastor (9,10 euros). También las croquetas, los espárragos con mahonesa y la anchoa en salmuera.
En cuanto a los platos a la brasa, destaca, entre otros, la lubina por 12 euros, la dorada por el mismo precio, el cuarto de ternasco por 11,50 o un el kilo de chuletón por 45 euros. También se permiten encargar dos días antes menús por encargados de paletilla al horno, fideuá de marisco o paella, entre muchos más.
