Hasta 1.700 viajeros tendrán que cambiar de rutina desde este jueves con los cambios establecidos al separar los flujos de viajeros del Aeropuerto y PlaZa
Desde este jueves, 30 de noviembre, Zaragoza contará con dos líneas de autobús nuevas: la que unirá Emperador Carlos V con la Plataforma Logística de Zaragoza, que seguirá numerándose como 501 y, por otro lado, la 505, que unirá el centro de la ciudad con el Aeropuerto de la ciudad de Zaragoza.
Con un retraso de ocho años desde que se anunciaron y tras decenas de quejas de los usuarios, la reivindicación principal, que era que se separan los flujos de viajeros que procedían de la terminal aérea y de la plataforma logística, al fin se ve cumplida.
Sin embargo, estos cambios suponen un cambio de hábitos y rutinas para un importante número de viajeros que utilizan la actual línea y que, en pocas horas, tendrán que cambiar sus trayectos: algunos pasarán a tener el bus en la puerta de casa, mientras que otros tendrán que madrugar más para utilizar el servicio.
Observa aquí el recorrido de la nueva 501.
Pros y contras de las nuevas líneas de autobús a PlaZa y el Aeropuerto de Zaragoza
Existen puntos a favor y en contra de las modificaciones que entrarán en vigor en próximas horas, además en una zona que siempre ha tenido un déficit de transporte desde su nacimiento en 2003 y más tras la irrupción de Plaza Imperial. Cabe recordar que esta línea alcanza picos de hasta 1700 viajeros en días laborales, siendo la segunda más usada entre las líneas del Consorcio de Transportes de Zaragoza (CTAZ).
Pros de las nuevas líneas de bus 501 y 505 en la ciudad
Sin dudarlo, el beneficio más importante de la nueva línea a PlaZa es que la mayoría de viajeros que cambian de rutina también ahorrarán una considerable cantidad de dinero al mes. La línea 501 admitirá los títulos de viaje de las líneas urbanas, con las mismas tarjetas y abonos, además de transbordos ilimitados (con la Tarjeta Lazo únicamente se permite un trasbordo a las líneas del Consorcio). La línea al Aeropuerto también admitirá todas las tarjetas, aunque su precio será más caro.
Otra de las grandes ventajas es que cubrirá toda la plataforma logística, desde la fase 1 y hasta la 2 y 3, lo que incluye el gran almacén de Amazon en el que trabajan ahora 800 personas y en el que se esperan hasta 1000 empleados en dos años y, por otro lado, grandes naves logísticas como la de Pikolín, donde trabajan actualmente 700 personas.
El cambio de recorrido en la capital aragonesa también beneficiará a zonas que actualmente tenían a desmano la línea. Al iniciar su recorrido en Carlos V, los vecinos de Universidad, Torrero-La Paz (con trasbordo desde 42 o Circulares), Romareda, Aragonia, Valdespartera y Arcosur tendrán la línea directa a PlaZa. Además, si se potencian los trasbordos bus-tranvía, la combinación en la mayor parte del día puede ser positiva en cuanto a tiempos de viaje.
Además, al separar los flujos de viajeros, se garantiza que la línea tenga más capacidad, ya que no coincidirá con la llegada de turistas y ciudadanos que solían montarse, con maletas, a la línea desde la terminal de Garrapinillos.
Por último, varias expediciones (ocho) seguirán llegando al Aeropuerto de Zaragoza (rotonda de Aeroclub) para que los trabajadores de la zona de carga no tengan que usar el servicio del Aeropuerto, mucho más caro. Estas salidas estarán marcadas en los paneles de cada vehículo, siendo el recorrido «501B«.
Contras del nuevo servicio a la Plataforma Logística de Zaragoza y el Aeropuerto
El principal contra es que el Aeropuerto de Zaragoza pierde una conexión continua con el centro de la ciudad. La línea 505 únicamente operará antes de la salida de los vuelos y tras la llegada de los mismos. No tiene en cuenta las particularidades de los vuelos que salen de la capital aragonesa: en algunos casos, el vehículo llegará 90 minutos antes, un tiempo, dado el tamaño de la terminal y con vuelos nacionales, que se antoja con una antelación excesiva.
Además, cada viaje costará 4 € y, aunque existirán descuentos si se realizan validaciones múltiples, lo «lioso» será que cada semana los horarios cambiarán. Por si fuera poco, si el avión se retrasa, no se conoce cuál será la operativa exacta de la línea ¿esperará a los viajeros o se marchará de vacío?
En cuanto a la línea de PlaZa, se plantean varios problemas. En primer lugar, los actuales usuarios de la fase 1 tendrán que rodear las otras dos fases para llegar a casa. Además, para llegar a estas dos últimas, los de la 2 y 3 tendrán que hacer lo mismo por la fase 1. Peor será en las ocho expediciones que llegan al Aeroclub, asumiendo un rodeo de 5 minutos más.
El terminal en Carlos V no es el Intercambiador, sino pasado Bomberos, en Violante de Hungría, lo que penaliza a la hora de realizar trasbordos desde el tranvía. De hecho, el primer bus, que saldrá a las 5:20, no podrá enlazar con ninguna otra línea, lo que es un grave perjuicio para los viajeros que utilizan el primer servicio y que ahora tendrán que caminar desde Delicias o el centro de madrugada.
En Arcosur, dados los problemas administrativos entre el transporte urbano y metropolitano, los vecinos del barrio no podrán usar la línea para ir a Carlos V. Hubiera sido una buena opción para potenciar la movilidad en el barrio.
Por último, durante el fin de semana, la nueva línea de PlaZa circulará con peores frecuencias, lo que puede afectar a los trabajadores de logística y del área comercial que, pese a ser menores que entre semana, siguen trabajando durante estas jornadas.