El Consejo de Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento autoriza que el convento se derribe tras haber estado varios años judicializado: ¿qué se hará en la parcela?
Ahora, sí. El Ayuntamiento de Zaragoza, en el Consejo de Gerencia de Urbanismo de este lunes, ha concedido licencia de demolición de la edificación situada junto a La Romareda, el hospital Miguel Servet y el IES Miguel Catalán, el convento de Santa María de Jerusalén, dando el visto bueno para que la propiedad del inmueble pueda hacer realidad varios proyectos en la parcela sita en el paseo Isabel la Católica número 10.
El convento, en el que estaban las madres franciscanas clarisas (que llegaron a la ciudad en 1484) hasta el año 2014, será historia tras una década de abandono. Fue construido en el 1936 en esta parcela de 9300 metros cuadrados y, hasta el día de hoy, no ha estado exento de polémica.
En la actualidad se pueden ver algunos trabajos en su interior (han desaparecido marcos de las ventanas), aunque se espera que la piqueta llegue próximamente, derribando un convento que vibró con cada victoria zaragocista dada la cercanía al campo.
Un convento polémico y una historia judicial para llegar hasta el derribo
Aunque lleva casi diez años abandonado, el equipo de Zaragoza en Común, justo antes de salir de la alcaldía en el 2019, elaboró un informe municipal en el que se recogía que lo ideal sería proteger el convento ante la idea de una empresa de realizar un hotel y una residencia estudiantes.
Bajo el mandato del Partido Popular y Ciudadanos, tras la salida de ZeC, se elaboró otro informe en la comisión municipal de patrimonio que estaba basado en la opinión de expertos y catedráticos que determinó que el inmueble no debería catalogarse. Pese al rifirrafe Ayuntamiento – DGA, esta última determinó que la competencia era única y exclusivamente municipal.
Tras la «polémica», el propietario del suelo decidió judicializar el derribo, para tener garantías de que la operación fuera legal. Así, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Zaragoza dio el visto bueno al derribo del convento y estimaba, aunque parcialmente, el recurso presentado por Enta Properties SL, que reconocía el derecho a obtener licencia de demolición. Además, condenaba en costas al consistorio de la ciudad por un máximo de 4000 euros. Se esgrimía que, tras pasar varios años, el edificio «no estaba ni protegido ni catalogado».
Qué se hará en la parcela junto a La Romareda
En una de las parcelas más golosas de la ciudad, situada junto a centros hospitalarios de relevancia, tanto públicos como privados, y junto a la línea 1 de tranvía, la propiedad del suelo, el grupo Bancalé, pretende hacer realidad varios proyectos.
El grupo pretende invertir 80 millones de euros en una residencia de mayores, que tenga pisos tutelados asociados, y otra para estudiantes de las ramas sanitarias (MIR y EIR) en la capital aragonesa.
Los planes pasaban por derribar «cuanto antes» el convento y poder inaugurar las nuevas residencias mencionadas a mediados del ejercicio 2025. Hace seis meses, la propiedad del suelo y el convento reconoció estar en negociaciones con varios operadores especializados en la gestión de este tipo de servicios.