11 cabezudos forman la comparsa de Zaragoza
La comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza la forman 12 gigantes y 11 cabezudos con mucha historia a sus espaldas. Salen en Carnaval o en Fiestas del Pilar para desfilar por las calles de Zaragoza. Los 11 cabezudos maños son estos:
El Azutero
Pedro Nadal y Auré (el Royo del Rabal). Fue considerado como el más importante cantador de jota en su época y marcó un hito decisivo en la fijación de los diferentes estilos de este género del folclore aragonés.
«Azutero panzón deja de cantar jotas y reparte el zurrón»
El Boticario
Lleva un batín a cuadros y un bonete cilíndrico. Su gesto iracundo y sus rasgos temibles provocan temor en los niños que le cantan.
El Berrugón
Al parecer representa a un antiguo corregidor de la ciudad, predecesor de los actuales concejales. Aquel antiguo munícipe tenía una pronunciada verruga, un rasgo facial que le ha dado personalidad y nombre propio.
El Tuerto
Su sombrero de estilo francés recuerda a Napoleón e incluso hay quienes ven en este personaje al rey intruso José Bonaparte, lo que le hacía objetivo de las más crueles burlas.
El Forano
Un postillón de las antiguas diligencias que acude a las fiestas de Zaragoza con su mejor ropa de domingo, un sombrero de copa y una chaquetilla de pana. Los chavales se mofan de sus modales un tanto pueblerinos al son de:
La Forana
El personaje de La Forana, que se incorporó a la comparsa en 1916, es la heredera de una antigua figura que representaba a Teresa Panza.
La Pilara
Es el único de los cabezudos de la comparsa que nació en vida de la persona a la que representa. El 10 de octubre de 1982 Pilar Lahuerta, cantante y humorista del famoso Teatro – Salón Oasis en el que actuó durante años con su compañero Susepet, asistió al bautizo de su propio cabezudo.
El Robaculeros
Representaba originariamente a Sancho Panza, el escudero de Don Quijote. Este cabezudo es el único de la comparsa que luce una barba. Los chicos de la ciudad suelen cantarle:
El Torero
Este diestro representa a un torero de la época de Pepe Hillo, Martincho y Josef Cándido, aunque su arrogancia y su porte taurino le hacen ser objeto de las burlas de los chavales.
El Morico
El origen de este cabezudo es, al parecer, un mozo de cuadra que se trajo desde Cuba un noble zaragozano, el Conde la Viñaza.