Un negocio baja la persiana definitivamente tras 43 años de existencia en la calle San Miguel
Un nuevo negocio, con una gran gran trayectoria en la capital, ha cerrado en la ciudad de Zaragoza. Esta nueva clausura se suma a una lista larga de “míticos” que se han despedido de sus clientes durante el último año.
Hablamos en este caso de la Churrería San Miguel. Un establecimiento que ha hecho las delicias de muchos ciudadanos y visitantes de la ciudad y que, desgraciadamente, se acaba de despedir de Zaragoza tras más de cuatro décadas en servicio.
Situada en la recién remozada calle San Miguel, donde se realizan en bocacalles de la misma peatonalizaciones que en teoría potencian el comercio local, muchos ciudadanos se enteraban a pie de calle del cierre, incluso cuando pretendían ir (de propio) a comprar churros aprovechando que estaban en el Centro.
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Un vecino de la zona vaticina, sarcásticamente, que el próximo negocio en abrir será “una hamburguesería moderna”
Churrería San Miguel se despidió hace apenas semana y media de sus clientes más fieles en esta ubicación. Tras 43 años de servicio y endulzando la vida de miles de personas, el mítico negocio se va de un punto que está sufriendo una destacada metamorfosis.
Hay que tener en cuenta que en la zona se han producido otros dos cierres importantes: el de la Cervecería Cierzo, a escasos metros de ahí, dejando un importante vacío y, por otro lado, el del restaurante Julietta, especializado en pizzas, que bajó la persiana definitivamente hace pocos meses.
Precisamente, este último restaurante es colindante con la churrería. Así, el hueco disponible y el “vacío” comercial (otro más) es mayor.
Un vecino de la calle, que paseaba con su madre y que vive en este punto desde hace más de 35 años, se lamentaba del cierre de otro de los locales míticos que lleva viendo con actividad toda su vida.
Al observar que estaba cerrado el establecimiento, Juan, no dudo en espetar un: “¡Una pena! Seguro que lo próximo que abrirán aquí será una hamburguesería moderna”. El tiempo dirá si su vaticinio es correcto.
Hay que considerar que, en los bajos de un mismo edificio, se han quedado libres dos locales muy “jugosos” y cualquier marca textil o de restauración puede interesarse por ambos emplazamientos. Se trata de una área que ha recibido negocios nuevos junto al cruce con el paseo Independencia (un restaurante japonés y la cadena de comida americana Ribs han abierto aquí), pero también en el resto de la calle con, por ejemplo, la apertura de “La Cocina de Keyla” que se trasladó del Arrabal al Centro antes del verano.