La vía, que apenas tiene 135 metros, ha sido reformada tras una inversión de 215.000 euros y tras un calvario de año y medio
Fin a un calvario que ha durado un año y medio. La calle Concepción Arenal en el distrito Universidad de Zaragoza estrena, al fin, una imagen renovada, con plataforma única accesible, arbolado y tráfico pacificado. No obstante, para llegar al estado final, los vecinos han tenido que tener una dosis de paciencia ‘extra’, puesto que el proyecto se ha extendido más de lo previsto.
Las obras arrancaron por segunda vez el pasado 6 de mayo y se han extendido dos meses y medio. Sin embargo, hay que remontarse al año 2022, más concretamente al mes de noviembre, cuando los trabajos de remodelación se iniciaron por primera vez. Estas obras no terminaron, ya que la contratista Ingeniería y Obras Aragonesas del Ebro (Inobare) paralizó la reforma de la pequeña vía al asegurar que el Ayuntamiento solicitó una modificación del proyecto inicial que, además, suponía un incremento en el coste de la obra. En concreto, 68.000 euros a los que había que añadir el precio de adjudicación (353.000 euros).
Inobare abandonó la obra y dejó la calle «patas arriba«, como denunciaron entonces los vecinos, lo que hizo intervenir al consistorio, quien tuvo que garantizar la seguridad en la calle que, en ese momento, se encontraba llena de vallas y zanjas. Se cerraron todos los agujeros temporalmente para, posteriormente, pasados unos meses, abrir la calle de nuevo y terminar la reforma, algo que ha ocurrido este mes de julio de 2024, año y medio después del arranque de los primeros trabajos.
El estado final de la calle Concepción Arenal, al detalle: así ha quedado la calle que une Bretón con Corona de Aragón
La calle mide apenas 135 metros, pero es bastante transitada, ya que permite ir directamente desde Bretón y otras zonas del distrito Universidad al Instituto Corona de Aragón. Se ha actuado, así, en 1266 metros cuadrados de superficie con una inversión final de 215.000 euros.
Se ha suprimido la banda de aparcamiento (zona azul) en el lazo izquierdo de la calle, lo mismo que el alumbrado público que colgaba de las fachadas. Sin puntos para aparcar los vehículos en la vía pública, sí se ha instalado un nuevo sistema de alumbrado led, a la par que se han renovado las tuberías de abastecimiento de agua.
Lo más destacado es que se ha extendido la plataforma única accesible, de prioridad peatonal, con una calzada central y aceras más anchas que quedan al mismo nivel que la zona por la que transitan los vehículos. Se gana en «comodidad» y «seguridad», según el Ayuntamiento de Zaragoza, tanto para comerciantes, clientes como vecinos.
Además, se ha plantado arbolado con lo que se espera «reducir el efecto isla de calor», si bien es cierto que es una calle en la que no suele dar el sol hasta la última hora de la tarde en los meses estivales.