La nave de Amazon en el polígono Centrovía de La Muela sigue sin tener inquilino, completamente vacía y con seguridad continua tras la «espantada» de la multinacional
Cayó como un jarro de agua fría para los intereses económicos y logísticos de la ciudad de Zaragoza y su área metropolitana. Amazon daba la «espantada» y, tras muchos meses de rumores, comunicaba que renunciaba a abrir su macro almacén logístico de La Muela, pese a la inversión de 70 millones de euros realizada tanto en la compra de los terrenos como en la construcción y posterior equipamiento del espacio.
Las especulaciones sobre la renuncia corrieron como la pólvora en la localidad muelana, que aguardaba impaciente la apertura de este centro, que prometía ser un revulsivo para la fase 4 de Centrovía (la que peor ocupación registra de todo el polígono). Y, de manera inmediata, la «no apertura» del almacén causó una tremenda polvareda política en la región con acusaciones de la izquierda y hacia el equipo de Gobierno de «dejadez» y de «dejar escapar las inversiones».
Los casi 1500 puestos de trabajo prometidos se fueron al traste. Amazon, que se había comprometido a trabajar con el INAEM para la contratación de parados del municipio, convirtió el efímero sueño de La Muela en decepción. ¿La justificación? Que el comercio electrónico había sufrido una ralentización y que su red logística se encontraba sobredimensionada.
Cabe destacar que la contratación del personal no iba a ser fácil, ya que únicamente hay engrosando las listas de paro 250 personas de las casi 6500 que viven en la localidad. Una situación de «pleno empleo» para el municipio, que hubiera conllevado que la multinacional del ecommerce tuviera que haber buscado a trabajadores en otros municipios, incluyendo a la capital aragonesa.
El almacén, cerrado a cal y canto, con las puertas de acceso abiertas y con seguridad
Hasta 70 millones de euros costó levantar el gran edificio, que según trabajadores del entorno cuenta con seguridad privada continua y varios trabajadores de Amazon en el interior de las instalaciones.
Llama la atención que la cartelería, que sí está instalada, tapa el nombre de la multinacional, lo que deja entrever, además, que la decisión de Amazon de no abrir se tomó pocas semanas antes de la primera fecha de apertura prevista. Es más, la licencia de apertura fue solicitada por parte de la compañía estadounidense, en la localidad, días antes de la decisión.
Las instalaciones están preparadas para que un futuro inquilino pueda establecerse aquí e inicie una actividad económica, algo que se cree como «altamente probable» en La Muela y más teniendo en cuenta que no existen naves similares (‘XXL’) en la ciudad y su entorno. La intención de Amazon es la de encontrar arrendatario que pueda ocupar las naves y, de paso, amortizar la millonaria inversión realizada.
En total, 142.000 metros cuadrados de parcela junto a las nuevas naves de TXT con una superficie construida de almacén que supera ligeramente los 35.000 metros cuadrados y que la empresa, inicialmente, iba a emplear como centro de paquetería.