Los geólogos han considerado en un artículo que se produjo «un riesgo hidrológico muy grave» en Zaragoza y que las inundaciones se volverán a repetir
Pasaban pocos minutos de las 17:30 horas del 6 de julio de 2023 cuando una fortísima tormenta se desató en la capital aragonesa. Especialmente, en los barrios del oeste y el sur de la ciudad, donde se llegaron a recoger hasta 55 litros por metro cuadrado en diversas estaciones meteorológicas (oficiales y no).
No hubo que lamentar víctimas mortales, pero sí varias personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad estuvo ingresada tras ser arrastrada por la corriente que se formó en la Z30.
Por supuesto, los daños materiales son millonarios: solo el consistorio ha tenido que hacer frente a 2,5 millones de euros, mientras que las empresas privadas y los particulares cuantificaron hasta 100 millones.
Tras el evento meteorológico, que dio la vuelta al mundo tras registrarse una inundación importantísima en el barrio de Parque Venecia, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, el ICOG, analizó la situación y lo que ocurrió durante la tarde previa al día de San Fermín. La conclusión es clara: aunque no se sabe cuándo, las inundaciones se volverán a repetir.
Qué dice el artículo del ICOG: análisis de lo que ocurrió
El artículo empieza analizando la precipitación caída y el espacio de tiempo en el que ocurrió, destacando que en apenas 40 minutos cayeron 50 litros por metro cuadrado. Califican de «riesgo hidrológico muy grave» lo ocurrido en el barranco de la Muerte. Asimismo, aseguran que las causas fueron dos: una natural, debido a la intensa precipitación en un espacio corto de tiempo y, otra, artificial, debida a la infraestructura viaria que no contempla un espacio físico para que el barranco pueda absorber las crecidas.
La cuenca del barranco tiene una superficie de 9 kilómetros cuadrados y una longitud de 7,5 kilómetros, comenzando en el cabezo de las Zorras a 402 metros de altitud. Aseguran que la pendiente de la Z30 es del 2,5 %, lo que hace que el agua circulara «a gran velocidad y energía».
El agua podría haber tardado dos horas en recorrer toda la cuenca, considerando que, en caso de que la lluvia se hubiera prolongado más tiempo, las consecuencias podrían haber sido peores. Asimismo, también hacen referencia a que en cuencas tan pequeñas como estas, lo normal es que las crecidas sean poco frecuentes, pero que si se producen, sean muy rápidas, sorprendan y tengan mucho peligro.
El episodio se repetirá, pero con la incógnita de saber con qué frecuencia o cuándo
Los expertos lo tienen claro: el evento que vimos todos se volverá a producir, pero no sabemos, como todo riesgo natural, la frecuencia del mismo o el momento en el que la riada de mayor o menor magnitud volverá a verse en el barranco.
Así, han realizado una simulación para conocer la cantidad de agua que pudo bajar por el barranco, teniendo en cuenta el espacio de tiempo en el que cayó la tormenta y la precipitación recogida.
Estiman que podría haber bajado un caudal de 56 metros cúbicos por segundo, que sería el doble de caudal de lo que lleva el Ebro en el peor momento del verano a su paso por Zaragoza.
En cuanto al periodo de retorno, hay varias simulaciones que difieren: un modelo da que eventos como este se repiten con esta intensidad cada 1000 años, mientras que otros apuntan a que cada dos décadas puede ocurrir una riada como la del 6 de julio. Esta última cifra sería más acorde, ya que son los años en los que la Z30 lleva construida en este punto.
No obstante, el informe destaca que una riada de retorno de 500 años (con el triple de calado y doble de velocidad), con todo el tráfico y los servicios que hay en la zona, generaría muchísimos más problemas y destrozos, sería una «catástrofe con coste de vidas humanas».
De hecho, los expertos consideran que no se califique al evento como «lo nunca visto», ya que los vecinos de Torrero han presenciado crecidas del barranco, algo inferiores, eso sí, a las vistas en julio de 2023.
Recomendaciones del ICOG
Las recomendaciones lanzadas pasan porque el barranco se incorpore de inmediato a las bases de datos de cauces del Ministerio de Medio Ambiente y, además, como medida cautelar, si no se aporta una solución más taxativa, realizar un plan de emergencias para el colegio María Zambrano, la Z30 y los centros comerciales que estén en mitad del barranco.
Finaliza el estudio afirmando que la lluvia puede provocar episodios todavía «más severos» en Parque Venecia o la cuenca del barranco (Z30, Montes de Torrero, Z40) y que las inundaciones pueden volverse a repetir, «incluso con mayor frecuencia de la que parece».