Los ‘Viva Zaragoza’ se escuchaban en una Plaza del Pilar a rebosar, hace 18 años, cuando Zaragoza fue proclamada ‘ciudad Expo 2008’
El 16 de diciembre de 2004 será una fecha que muchos zaragozanos siempre tendrán en la memoria. Se decía adiós a un año complejo, en el que la crispación política estaba en máximos y en el que se sufrió el atentado terrorista más salvaje de la historia de Europa, el 11-M, en Madrid.
Zaragoza, en medio de todo ese caos, se preparaba para demostrar su capacidad de sorprender al mundo. En la capital aragonesa nos jugábamos mucho: el 16 del último mes del año era un ‘todo o nada’ para la ciudad. Se ponía en juego el futuro y la calidad de vida de los ciudadanos. Se decidía si Zaragoza ganaba la Expo 2008 o se quedaba fuera tras haber invertido mucho dinero en proyectos, planes y visitas internacionales.
Esta decisión se iba a producir a lo largo de la tarde. Se retransmitía, además, por la 2 de TVE y las cadenas locales. La ciudad se presentaba ante el mundo con imágenes y representaciones, además de declaraciones institucionales. No obstante, lo más destacado para muchos fue cuando Miguel Ángel Berna bailó una jota en directo ante los representantes de decenas de países.
Fue al caer la noche, a las 18:15 horas, cuando en París, la Oficina Internacional de Exposiciones dio una alegría en la recta final de un año que todos queríamos olvidar. Zaragoza se imponía a Tesalónica y Trieste, en segunda votación, y ganaba la Exposición Internacional del año 2008. La ciudad, pero también Aragón y el resto de España, habían ganando una Expo conseguida con muchísimo esfuerzo durante seis años.
Jianmin Wu fue el que dio el resultado, en francés, a todo el mundo. La capital aragonesa se imponía en segunda vuelta a su rival italiana, Trieste, por 57 votos. En este momento empezaban tres años y medio de preparativos en el que la ciudad empezaba a cambiar de manera radical.
El Ayuntamiento abrió sus puertas a toda la ciudadanía
El alcalde de ese momento, Juan Alberto Belloch, regresaba de París a Zaragoza, pero problemas en su avión provocaron que el momento ansiado de recibirlo en la Plaza del Pilar se demorara durante horas.
Sin embargo, en medio de toda la confrontación política que se sentía en España, se produjo uno de los momentos más emotivos: Belloch, del PSOE, invitó a su antecesor del PP a subir a la tribuna ante los medios de comunicación para que el ex alcalde (que falleció en el 2013), disfrutara del reconocimiento al haber impulsado él mismo la candidatura de la ciudad.
La alegría, el vino y el cava desfilaban en una Plaza del Pilar a rebosar, engalanada para la ocasión. Fuegos artificiales, escenario, luces, cartelería, una pantalla gigante para seguir el momento… No podía faltar nada. Nuestra ciudad siempre había confiado en sus posibilidades, pero no había que dar por sentado que ganaríamos en París.
El consistorio abría sus puertas de par en par y el Ayuntamiento invitaba a cava a todos los ciudadanos que habían estado durante horas esperando este momento y a la llegada del alcalde.