Con el nuevo túnel en este punto, la A-68 tendrá continuidad y se solucionarán los problemas de congestión actuales
El Consejo de Ministros, en su reunión del 18 de octubre, ha autorizado al Mitma, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a licitar el contrato para construir el paseo subterráneo que logre sortear la rotonda de la A-68 y la Z40, donde actualmente, especialmente en hora punta, se producen retenciones de hasta 3 kilómetros que llegan a alcanzar el barrio rural de La Cartuja.
En la actualidad, la continuidad de la A-68, la Carretera de Castellón, se ve interrumpida por el enlace de la Z40, dado que los vehículos, muchos de ellos pesados y que circulan por la A-68, deben atravesar obligatoriamente la glorieta. En este punto, cada jornada, pasan de media hasta 28.500 vehículos. Los atascos se producen, así, sobre todo, de entrada a la ciudad de Zaragoza.
Por si fuera poco, el tramo, comprendido entre los puntos 232,9 y 233,4, es un lugar identificado como punto de alta concentración de accidentes.
La solución para evitar los atascos pasa por la construcción de un túnel bajo la glorieta y Z40
Para evitar los atascos y eliminar ese punto de accidentes, el Mitma realizó un estudio para evitar las retenciones y, entre todas las opciones, destacaba la construcción de un paso inferior de, aproximadamente, 535 metros de longitud, por lo que siendo esta opción la escogida, se espera que el todo el tráfico pasante vaya por debajo, algo que ya ocurre en la actualidad a la altura de La Cartuja o en la Rotonda de la MAZ (carretera de Huesca).
Por lo tanto, el tráfico no tendrá que cruzar la glorieta y mezclarse con los coches que van a la Z40, ganando en tiempo y, por otro lado, reduciendo emisiones a la atmósfera al evitar que los vehículos empleen más tiempo en realizar el trayecto en dicho tramo.
Características técnicas
El paso o túnel proyectado será de dos carriles por calzada (a Zaragoza y Castellón) y se disponen de dos vías laterales paralelas a las calzadas de la A-68, también con un par de carriles, que permitan que el tráfico quede canalizado entre la A-68 y Z40 a través de la glorieta y el acceso a las instalaciones industriales y de servicios que están situadas en los márgenes de la autovía.
La previsión es que el paso se resuelva mediante la ejecución de una cubrición de vigas prefabricadas que se apoyen en pantallas continuas de hormigón armado, que construirán las paredes laterales de contención de tierras. Todavía se desconoce cuándo se ejecutarán los trabajos.