La medida afectará también a la climatización de los edificios públicos
2 de agosto de 2022 – Desde el próximo 9 de agosto, los edificios públicos y escaparates de la capital aragonesa deberán irse al negro desde las 22:00 horas. El Consejo de Ministros aprobó durante su sesión del lunes, 1 de agosto, medidas de sostenibilidad económica, a la par que aclaró la gratuidad para los trenes de Cercanías y Regionales. Todas las medidas buscan no solo abaratar la factura de la luz, también cumplir con la exigencia europea de recortar el consumo gasista en un 7 %, ampliable al 15.
El Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización planea seguir avanzando en los próximos meses en más ámbitos. De momento, arrancará este mes con el apagado de toda la iluminación exterior de equipamientos públicos y edificios administrativos, salvo la iluminación ornamental. También la obligación del apagado recae sobre infraestructuras (estaciones de trenes, aeropuertos, etc.) y otros edificios culturales como cines, teatros, grandes superficies, incluso hoteles.
De igual forma, todos los edificios públicos, mientras no permanezca nadie en su interior, tendrán que pagar por completo la iluminación interior y exterior. En principio, la ornamentación navideña no sufrirá limitaciones y se desconoce qué ocurrirá para las Fiestas del Pilar.
Todos los recintos públicos tendrán que cumplir con:
- Mantener las temperaturas de la calefacción y refrigeración limitadas a los 19 y 27 grados. La humedad relativa tendrá que estar entre el 30 y el 70 %.
- No dejar las puertas abiertas. Para ello, el acceso a los locales tendrá que tener cierre automático antes del 30 de septiembre del 2022.
- Apagar escaparates desde las 22:00 horas.
- Revisar las calderas e instalaciones térmicas para todos los inmuebles antes de que acabe el año si la última fue antes del 1 de enero de 2021.
- Informar al público de las mejoras adoptadas.
Eso sí, estarán exentos de la limitación de temperatura los centros de formación, de sanidad, peluquerías, lavanderías, gimnasios y medios de transporte. También hoteles, en las habitaciones, aunque sí se aplicará en las zonas comunes.
Todas estas medidas estarán en vigor más de un año, hasta el 1 de noviembre de 2023. El objetivo es claro: reducir la dependencia energética, máxime en un contexto en el que es previsible la escasez de energía durante el invierno. El temor, también lo está: «defenderse ante un posible corte del gas ruso. La situación es crítica«, declaró la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La mirada está ya puesta en hogares e industrias
De cara al mes de septiembre se espera que este Plan se vea incrementado con más medidas para hogares e industrias. Estas últimas consumen el 25 % de la electricidad en España. El 12 % del consumo corresponde a la Administración Pública y a las pymes. De momento, para los hogares se han emitido «recomendaciones», como la ventilación de la vivienda por la noche (aprovechando que las temperaturas bajan y evitando el uso del aire acondicionado) o el uso de ventiladores para reducir la factura de la luz.
Sin embargo, aunque no se han aclarado más detalles, sí que se confirmó que el sector privado tendrá que cumplir una serie de obligaciones, algo que no se trasladará a los hogares. Ribera afirmó que todas las medidas contarán con el apoyo de los empresarios y que los incumplidores serán sancionados: «se acabó el ver torres de oficinas iluminadas o ver puertas de comercios abiertas en pleno verano», aclaró. Además, invitó a las grandes multinacionales a sumarse a las medidas de ahorro y, por otro lado, a potenciar el teletrabajo para reducir los desplazamientos de la ciudadanía.